sábado, 24 de marzo de 2012

Cara a cara con el psicópata (I parte)



Vicente Garrido Genovés, especialista español de primer orden en psicopatías, nos explica quién es el psicópata y nos da claves para defendernos frente al mismo.

Como en la célebre obra "El secreto de Dorian Gray", de Oscar Wilde, el psicópata tiene también un secreto: esa imagen que da al mundo de "pluscuamperfección" no es más que eso, y su verdadero yo se halla oculto en los subterráneos de su mente.
Garrido nos aclara antes que nada como psicólogo que el psicópata no es sólo el asesino en serie que con tanta frecuencia aparece en las series policíacas americanas. El psicópata se halla entre nosotros. Las estadísticas nos dicen que la proporción de psicopatía entre hombres y mujeres dentro de la población global es de 7 a 1 (o sea, de cada 8 psicópatas, 7 son hombres y 1 es mujer). Carece de capacidad para sentir emociones humanas por los demás, lo que le impele a desarrollar un gran afán de poder que compense su vacuidad existencial: como no puede construir nada sobre la base de sentimientos constructivos, centra su energía en anular a sus semejantes para sentirse de algún modo "vivo". Tiene una gran facilidad para simular estados emotivos, sabe que son imprescindibles para integrarse en la sociedad, y es un fingidor nato: pero no se finge otro, simplemente finge ser mejor de lo que es sin incurrir en la auto-negación o en la suplantación (a diferencia del impostor). Su ego es mayúsculo, y su egoísmo brutal. Es cruel, manipulador y mentiroso, pero a la vez un frío y calculador seductor.
¿Cómo detectar al psicópata?
1º. Miente mucho.
Siempre miente pero para dar una mejor imagen de sí mismo. Es vanidoso.
2º. Es narcisista.
Se idolatra a sí mismo. No siente amor más que por sí mismo.
3º. Nula empatía.
Es consciente del dolor ajeno y sabe que irrogarlo está mal, pero no le importa lo más mínimo. No siente la pena de los demás.
4º. Ausencia completa de culpa.
Jamás siente remordimientos por sus actos, y se cree siempre en posesión de la razón.
5º. Manipulación.
Cosifica a los demás y los ve en plan maquiavélico como meros peones en un tablero de ajedrez que el domina a la perfección.
6º. Victimismo.
Se las arregla para hacer creer que la verdadera víctima es él. Es especialista en hacerse el mártir.
7º. Deficiente expresión lingüística.
Sus frases carecen de una racionalidad completa, pues su razón, al carecer del calor de las emociones, tiene bastante de inhumana. Psiquiatras y psicólogos han llegado a decir que hablar con él es casi como hacerlo con un robot, escuchas las respuestas apropiadas, pero no las siente, simplemente dice lo que se supone que ha de decir.
8º. Seducción.
El psicópata busca ante todo dominar, reducir la libertad de los que lo rodean e incluso eventualmente suprimirla. Puede ser un auténtico "encantador de serpientes"
9º. Indiferencia hacia las consecuencias de las propias acciones.
Lo único decisivo para él es hacer su voluntad, lo demás le es completamente indiferente. Es totalmente "auto-referencial"
10º. Su mirada.
Es fría y de odio a la vez. Es lo extraño: un odio gélido subyace en sus ojos. Es una expresión desconcertante y contradictoria.

Garrido insiste en que están entre nosotros, perfectamente integrados, pero no son como nosotros, valga la redundancia. En cierto modo están locos, no es normal no tener emociones y ver a los demás como cosas con las que jugar, pero a la vez no lo están, porque tienen discernimiento y son sabedores de lo incorrecto de su conducta. Somos vulnerables a ellos porque desoímos la voz de nuestra intuición. Hay que desconfíar en línea de principio de las personas que se auto-enaltecen a sí mismas o que presentan una imagen demasiado perfecta de su yo.

1 comentario:

  1. Para resumir se les podrìa definir como verdaderos "hijoputas". !!Brindemos por el M.O.A. (Movimiento Ostracista Antipsicòpatas)!!

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